Los mayas nunca han perdido
“su tiempo”, pero es ahora cuando se sujetan de él más fuertemente. … son, ante
todo, gente con una herencia ancestral legítima, pero también son conscientes y
perfectamente capaces de decidir el rumbo que deben tener sus tradiciones.
Canek Estrada Peña
Canek Estrada Peña
El Wajxaqib’
B’atz (8 Hilos u 8 Monos) marca
el inicio del nuevo año lunar, según el
Conteo Maya del Tiempo. Es el punto de
partida del Solq’ij o Cholq’ij (calendario
sagrado o ritual), lo que representa también continuidad (como es el caso para
Pop No’j que este Wajxaqib’ B’atz inicia una nueva etapa en su vida).
La Asociación Pop
No’j se une a la celebración y a continuación comparte información sobre el
significado de este día y las prácticas ancestrales que se desarrollan,
particularmente en el pueblo Maya K’iche de de Momostenango, Totonicapán.
(Guatemala, julio
de 2016)
CELEBRACIÓN DEL WAJXAQIB’ B’ATZ
Asociación Pop No’j
Las ideas
acerca del tiempo y la creación entre los Mayas contemporáneos, que siguen
usando la antigua cuenta de los doscientos sesenta días, están conceptualizadas
con fuertes analogías con los procesos que marcan el inicio de la vida de un
nuevo ser humano y con aquellos que tiene que vivir la madre.
El Cholq’ij
se constituye por la rotación de los 20 nawales[4] por sus 13
niveles de energía, lo que totaliza 260 días.
Los constituyentes del cholq’ij son
análogos a la numerología propia del cuerpo humano. Los 260 días del calendario
sagrado corresponden a los nueve meses de la gestación humana; coincide aproximadamente
con 9 lunaciones (cada
lunación tiene 29.53059 días, que multiplicado por 9 da 265.77531 días, es
decir, 260 más otros 5 días
aproximadamente), que es el período de gestación de una o un
nuevo niño. Los veinte nawales
tienen que ver con los veinte dedos del cuerpo y los trece niveles de energía
se corresponden a las trece articulaciones mayores.
El B’atz es el nawal que simboliza el hilo del tiempo, que se enrolla y se desenreda. Es también el cordón umbilical que nos une a
la madre durante el período de gestación y por lo tanto, da también el sentido
de pueblo y familia, de linaje, unidad, las venas y arterias del cuerpo humano,
principio y fin. El B’atz representa la continuidad del
tiempo. B'atz' es además el hilo con que está tejida nuestra ropa.
El B’atz es el saraguate (mono aullador), al
que se asocia la creatividad, la danza y las distintas artes.
El Wajxaqib’ B’atz’ representa
para el pueblo Maya K’iche el inicio del nuevo año lunar, según el calendario
sagrado o Cholq’ij.
El 8 B’atz’ es considerado como el primer
retorno, la primera vuelta de los veinte días desde el momento en que las
energías del Universo se conjugaron para dar lugar a lo que existe. Así pues, las ceremonias que se hacen en este
día tienen que ver con recrear y revitalizar el momento en que se completó la creación del Mundo, con el
entrelazamiento del tiempo y del espacio para dar lugar al movimiento.
El 8 B’atz indica el inicio del calendario y el cómputo de los días para la
educación de un nuevo ajq’ij[5]. En este día, los ajq’ijab’ renuevan su pataan,
es decir, su “compromiso de servicio a la comunidad y de alimentar
a su nawal” como ajq’ij, mediante el acto de ofrendar,
quemando diversos materiales olorosos de la región en los lugares ceremoniales
establecidos por las y los antepasados.
Asimismo, en el Wajxaqib’
B’atz’ se hace público el compromiso de los nuevos Ajq’ijab’ de servir a la comunidad mediante un proceso paulatino,
tomando en cuenta su entrega y rectitud. Culmina la formación del nuevo Ajq’ij y se le entrega su trabajo, por
parte de su maestra o maestro, Chuch
Qajaw (Madre y Padre). Es decir, el día
Wajxaqib’ B’atz se cierran las 60
ceremonias previas en los diferentes cerros sagrados de la comunidad, de
presentación y compromiso del nuevo Ajq’ij
ante los cerros y valles (mundo, dualidad masculina y femenina), ante los
antepasados abuelas – abuelos y ante las energías creadoras y formadoras.
El tz’ite’ (frijoles
rojos del palo de pito) de la vara que el nuevo Ajq’ij recibe en ese día es el símbolo de su compromiso, que irá
cultivando en el transcurso del tiempo hasta llegar a ser Chuch Qajaw, mediante méritos alcanzados en la sociedad, según las
normas establecidas. Su tz’ite’ representa el cargo que se le
entrega por su nawal, por las señas
que tuvo, por el pago que tiene que hacer, por su energía; así inicia su
servicio hacia la comunidad.
En las ceremonias de conmemoración del Wajxaquib
B’atz se purifica el espíritu… Asimismo es una ceremonia de acción de gracias
por los beneficios recibidos durante el año. (Goubaud
1965: 13-14)
Dice Canek Estrada: Dos días antes de que llegue la
fecha del 8 B’atz’ esperada; es
decir, durante el 6 Toj, todos los contadores de los días hacen una
ceremonia para pagar las ofrendas que no se pudieron hacer por causas de fuerza
mayor o que se olvidaron. De la misma manera, y aunque es raro en cuanto que la
preparación es un asunto delicado, también los aspirantes a ser ajq’ij pagan con ofrenda si es que no cumplieron alguna de las ceremonias de
preparación a causa de un olvido, mal clima, falta de dinero para el material,
o cualquier imprevisto que obstaculizara las ofrendas. Este día se usa para
“balancear el pago”, (pajab’al), entendiendo por eso como ponerse al
corriente con las ceremonias que se deben; la falta cometida al
endeudarse con las ceremonias no realizadas, es reversible siempre que en la ofrenda
de este día se queme el pom destinado a los días omitidos y un poco más
a manera de multa. Pero es importante llegar al corriente al 8 B’atz’, ya que si no estas deudas se convertirán en sufrimiento.
En la
víspera de la gran celebración -el 7 Tz’i- los ajq’ijab deberán realizar una ceremonia para agradecer la vida propia, la de su
familia, su comunidad y en sí de todo lo que existe en el mundo, en vista de se
ha podido llegar a dar una vuelta más a la madeja del tiempo, así como
todos los favores recibidos durante los doscientos sesenta días transcurridos.
Esta es una ceremonia sólo de agradecimiento, por lo que no se pide nada. El 7
Tz’i servirá de “secretario” al 8
B’atz’, anuncia que ya se ha
llegado la vuelta, que ya llega el momento en que se conmemora y revitaliza el
momento la creación, su fuerza es en esos momentos se ha calentado (xmiq’ik), se termina un ciclo del tiempo, a vuelta, para dar pie a otro nueva.
En el rito de este día algunos ajq’ijab colocan alrededor del fuego la ropa (atz’iaq) que ya no sirve, a fin de que se queme a un lado del pom. Esta acción se hace para agradecer por la ropa que cubrió sus cuerpos,
y para evitar que esta llegue a un tiradero de basura, pues si es cubierta por
cascajo, tierra o más basura, la persona se sentirá oprimida. A veces también
se vela todo el material que se quemará al día siguiente.
8 B’atz’
representa entonces la
culminación del proceso creador entendido en términos calendáricos, la primer
vuelta del tiempo, el primer paso del orden establecido por Ajaw, es el símbolo de la continuidad de todo lo que existe, así como de su
constante e ininterrumpida vuelta dentro de una ciclicidad cifrada dentro del Cholq’ij. La vuelta del tiempo es también la vuelta de las fuerzas que animan a
todo lo creado, por lo que es pertinente asegurar una vida armónica con dichas
fuerzas por medio de las ofrendas antes mencionadas, este es el momento
adecuado para pedir aquellas cosas que aseguren el futuro próspero de
manera personal, familiar y comunitariamente, es interesante resaltar que
incluso muchas de las oraciones van dirigidas a conseguir estos bienes para
toda Guatemala, para todos los grupos originarios del continente y para todas
las naciones del mundo.
El ciclo
ritual continúa más allá de la fecha mencionada. El día que prosigue al 8 B’atz’, es decir, el 9 E, es importante hacer ceremonias para pedir
un buen camino y un buen destino en adelante su importancia radica en que marca
el comienzo de un reposo en la acción creadora (9 E indicaría que se gesta un nuevo camino) hasta que llegue el día 9 B’atz’.
Otras
fuentes consultadas: http://espiritualidadmaya.blogspot.com/2014/07/el-ciclo-ritual-del-dia-8-batz-y-la.html;
http://www.losnahuales.org/batz
[1]
Wajxaqib’ – 8 en idioma Maya K’iche’
[2]
Iximuleu – tierra de maíz, nombre con el cual se identifica a lo que
actualmente es Guatemala
[3]
Yaxkin – 7º mes del Año Solar Maya
[4] Nawal – energía que rige un día, le da
su naturaleza, sus características. También
se conoce como “su rostro del día”
[5] Ajq’ij – palabra compuesta. Aj significa
la persona que se dedica a un oficio o trabajo. Q’ij significa
el sol, el tiempo, el día. Un Ajq’ij es una persona conocedora del
tiempo y sus energías; llamado también Contador del Tiempo. De manera equivocada, se ha traducido como “guía
espiritual” o peor aún como “sacerdote Maya”, dado que el ajq’ij tiene una función mediadora entre las energías del Universo
y las personas.
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