Mujeres de todos los estratos sociales, debemos denunciar sin temor alguno. Sería mucho mejor para nuestros distinguidos antepasados alabarles con menos palabras y con más acciones nobles.
(Juana María Pérez)
No
podemos culpar a todos los hombres por su comportamiento, la sociedad los
corrompe de modo que se transforman, el sistema hace que repriman sus
emociones, dolores y pensamientos. La agresividad solo es un disfraz que les
permite ejercer poder y dominación hacia sus otros iguales, en este caso contra
nosotras las mujeres, sus aliadas en la jornada diaria de trabajo, mujeres que
estamos pendientes de que nos les falte nada, que no les falte cariño. En
verdad no esperamos nada a cambio, pero si agradeceríamos comprensión y ser
tratadas como iguales, en nuestras distintas condiciones y situaciones, por
nuestras diferencias, por nuestras costumbres, por nuestras características
propias y por nuestra condición de Mujeres Mayas.
Hoy
en día no son los hombres los que sienten miedo de pasar por una esquina y
soportar que las mujeres les silbemos, o que les tiremos piropos vulgares y a
veces sin sentido. No son los hombres los que soportan el acoso de las mujeres
al subir a un bus y soportar sus tocaderas a propósito. No son hombres los que
sienten miedo de pasar por un lugar solitario en horas de la noche, en verdad
no, no sienten miedo porque no somos agresivas, no tenemos malicia, controlamos
nuestro cuerpo, nuestra mente y actuamos con percepción de responsabilidad y
cuidamos de nuestras semejantes, nos aliamos para protegernos y ahora para no
tolerar las distintas formas de violencia contra las mujeres.
Somos
Mujeres Mayas brindándoles la mano a otras mujeres, a otras iguales y
diferentes a la vez, alzamos nuestra vos por que hay que denunciar sin temor
las diferentes violaciones a los derechos de las mujeres, sin importar quien
las cometa, la impunidad solo existe si no rompemos el silencio.
Mujeres
debemos actuar con valentía sin dejar a medias los procesos legales en contra
de nuestros agresores, debemos y es obligación de las organizaciones
asesorarnos y acompañarnos en nuestra demanda, informarnos y formarnos es poner
de nuestra parte, no debemos ignorar las leyes y tratados internacionales que
nos amparan.
Recuerden
que una de las ventajas de las buenas acciones es la de elevar el alma y
disponerla a hacer otras mejores.
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